Debido a las exigencias que afrontamos las empresas por parte de nuestros clientes, debido al mayor grado de conocimiento del servicio y de alta competitividad, las empresas hemos tenido que especializarnos e intentar proporcionar a nuestros clientes una ventaja competitiva que nos diferencia y cause la elección de nuestro servicio frente a otro.
Formamos parte de un sector especializado en pintura industrial para diferentes sectroes, e intentamos ofrecer soluciones óptimas, maximizando el beneficio del cliente dado que mejoramos un paso de su producción.
En la píldora técnica de hoy, les vamos a intentar explicar de forma clara y concisa el concepto de pintura desde una perspectiva más técnica y la existencia de otras técnicas de pintura aparte de las comúnmente conocidas.
Habitualmente solemos oír que nuestros familiares, amigos o vecinos se disponen a pintar su casa y generalmente lo asociamos con un proceso muy manual y accesible para casi todos. Además, el pintar un mueble, una habitación o una puerta, lo unimos a pigmentos líquidos e instrumentos fáciles como un rodillo o una cubeta.
Diferencias entre recubrimiento pintura en polvo y pintura líquida
A niveles industriales en los que se exige mayores niveles de automatización para aumentar el rendimiento productivo de la empresa, se ha propagado la técnica de pintura en polvo y líquida. Algo que creemos importante mencionar es que el pretratamiento es igual en ambas
técnicas. Es crucial que cualquier residuo de suciedad que haya en la pieza se elimine para que no interfiera con la adherencia de la pintura en la pieza y pueda afectar a la calidad del resultado final. En muchos lugares encontramos la pintura líquida referida como pintura húmeda y la pintura en polvo como pintura electrostática. La pintura en polvo se ha propagado en aquellos trabajos los cuales se espera un resultado en la pieza con un especial cuidado. Aporta una apariencia compacta y de calidad. Al adherirse el polvo en la pieza, se obtiene un resultado más prieto, con mayor grosor y elimina el efecto de la corrosión y como consecuencia dura la pintura intacta más tiempo, logrando un resultado más resistente. Este ultimo hecho, la resistencia, permite que las inclemencias del tiempo como la lluvia, el viento, los rayos ultravioletas o la alta temperatura no afecte al acabado de la pieza. Además, no suelen presentar rayaduras y si se producen golpes no afectan a la pintura.
La pintura en polvo suele emplearse en piezas metálicas para reducir el efecto de la corrosión, por tanto, obteniendo dos objetivos en una misma técnica. En cambio, si pintásemos una pieza metálica con pintura líquida, se podría perfectamente y el acabado es prácticamente igual pero no estaríamos reduciendo el efecto de la corrosión en la pieza como si lo hubiésemos hecho con pintura en polvo. La pintura en polvo es como materia prima más económica que la líquida, reduciendo los costes de la empresa significativamente. Otra de las cualidades de este procedimiento es el que se considera más ecológico, está catalogada como pintura ecológica y muestra un impacto ambiental bajo dado que los solventes no están presentes ni en el proceso de aplicación ni en el de fabricación. la pintura húmeda contiene solvente, pero el recubrimiento en polvo no.
La pintura húmeda contiene solvente, pero el recubrimiento en polvo no. El solvente en pintura húmeda mantiene todos los otros componentes en forma de líquido suspendido. En contraste, el recubrimiento en polvo se aplica como un polvo seco y se cura
mediante calor. Con lo cual, una de las principales diferencias es que la pintura líquida lleva solvente y en polvo no. Existen materiales como el plástico, que no aceptan la técnica de pintura en polvo por la naturaleza de la materia, por tanto, no quedaría otra opción que la pintura liquida.
¿Cómo se aplica cada proceso?
La pintura en polvo, mediante una pistola electroestática se aplica. Su función es darle al polvo la carga negativa que necesita para ser atraído por la parte positiva de la pieza metálica, situada en tierra. Con lo cual, de forma rápida y uniforme se consigue un excelente resultado. Tras haber pintado la pieza, se coloca en un horno de curado en donde se producen las uniones térmicas consiguiendo que el polvo se gelifica. La pintura líquida, mediante un spray se aplica, por profesionales altamente cualificados en la materia, para evitar goteos, dado que su aplicación es más compleja. También tiene el componente electroestático, pero con menor impacto. Tras pintar, se puede secar la pintura en un horno de curado como la técnica explicada anteriormente o bien puede secarse al aire.
En nuestras instalaciones disponemos de cabina para que puedan venir a ver que dimensiones pueden llegar a tener y conozcan de primera mano el proceso. Si usted está pensando en incorporar el proceso de pintura en su cadena de producción, no dude en consultar con nosotros. Le proporcionaremos de forma personalizada la solución que necesita, diseñamos, fabricamos y montamos la instalación en casa del cliente.